1 manojo
de ortigas
1/ de
queso fresco de cabra
1
cebolla grande rallada
1
paquete de canelones
3
cucharadas de harina
Una
cucharada de albahaca seca
4
cucharadas de aceite de oliva
Queso
parmesano rallado (opcional)
Sal
PREPARACIÓN
Cortar
las hojas de las ortigas con unas tijeras y ponerlas en agua (es mejor hacer
esta operación con guantes de jardinería y procurar no tocar las ortigas por el
haz que es donde tienen las vejigas irritantes). Poner a calentar 2 cucharadas de aceite en una
sartén y añadir la cebolla rallada, sofreír hasta que pierdan el agua y añadir
las ortigas. Seguir friéndolas a fuego lento hasta que estén tiernas (ya no
pican). Añadir el queso picadito.
Poner agua
a hervir en una olla grande y cuando rompa a hervir añadir una cucharadita de
sal y un chorro de aceite. Ir añadiendo
las láminas de los canelones una a una y mover suavemente para que no se
pequen, con cuidado de que no se rompan y hervir hasta que estén cocidos (el
tiempo que diga la caja, en general entre 8-10 minutos). Cuando esté cocida la
pasta introducirlos en agua fría y ponerlos uno a uno sobre un paño de cocina
limpio. Poner una cucharada de la mezcla sobre cada cuadrado de pasta y
enrollar formando los canelones.
BECHAMEL
Preparar
una infusión suave de albahaca seca: poner a calentar agua y cuando rompa a
hervir apagar el fuego y añadir una cucharada de albahaca seca. Dejar reposar
durante 5 minutos y colar.
Calentar
una cucharada de aceite en un cazo, añadir la harina y dorar suavemente. Ir
añadiendo poco a poco la infusión de albahaca con cuidado de que no se hagan
grumos hasta hacer una bechamel no
demasiado clara.
Untar
con bechamel una fuente de horno e ir poniendo encima los canelones. Cubrir con la bechamel, cubrir
con queso rallado (opcional) y gratinar.
Servir
calientes como primer plato.