Uso en la cocina:
Ante
todo tranquilidad: los pelillos urticantes son inofensivos cuando las hojas
están hervidas o secas. Solo hay que llevar cuidado al prepararlas para la
cocción. Hay que ponerlas un rato en agua y usar guantes de jardinería para
separarlas de la rama. Esta operación se hace muy bien con tijeras y no hay que
tocarlas. No obstante, si tocáis alguna hoja, no preocuparos, es buenísimo
contra el reúma.
Bien,
pues las hojas frescas y los brotes pueden cocinarse como las espinacas y
tienen un sabor más intenso: hervidas, en revuelto, con queso fresco o requesón
en canelones, con bacalao y arroz blanco…
Las
hojas secas se usan para aromatizar sopas y guisos.
Una
decocción fuerte es un buen sustituto del cuajo.
Propiedades
terapéuticas:
Las
hojas contienen hierro y vitaminas A y C, son astringentes. Se toman dos tazas
al día de infusión de hojas secas contra la anemia, para purificar la sangre o
contra la retención de orina.
Un
masaje con las hojas tiene un tratamiento beneficioso contra el reúma.
Una
infusión fuerte de hojas de ortiga seca se usa contra la caspa y para estimular
el crecimiento del pelo.
Otros usos: Las ortigas son ricas en nitrógeno,
minerales y clorofila por lo que se usa como componente del compost.
Y
si os animáis a tintar la ropa, las hojas aportan una gama de verdes muy
bonita.