Albahaca

Albahaca (Ocimum basilicum), flor de san José, hierba de la bruja, alábega

Partes a usar: flores y hojas.

Uso en la cocina:

Se utiliza principalmente fresca y, si os gusta el sabor, puede mejorar cualquier plato salado: ensaladas, sopas, verduras, pescado, salsas y aliños.

 

Salsas: Es el ingrediente principal del pesto, -salsa genovesa realizada con albahaca, ajo, piñones queso parmesano y aceite de oliva- que, añadida a la pasta, constituye un alimento completo desde el punto de vista alimenticio.

Aceite:

Aceite de flores: Llenar de flores de albahaca a un frasco, cubrir con aceite y poner en un lugar soleado durante 15 días. Si hace mucho calor hay que quitarla del sol antes de que el sol caliente demasiado o se cocerá. Después de ese tiempo colar el aceite y ya está listo para usar. Este aceite le aporta un sabor inigualable a una ensalada de tomate

Aceite de hojas: Poner ½ taza de hojas de albahaca en ½ taza de aceite de oliva. Echar un chorro de este aceite sobre pasta cocida y añadir unos piñones tostados.

Vinagre: Poner un manojo de flores y hojas en un frasco y añadir vinagre de manzana o de vino blanco. Poner en un lugar soleado y colar a los 15 días. Añadir al aliño de ensaladas.

Propiedades terapéuticas:
Propiedades medicinales Albahaca: abre el apetito, aromática, tónica, antinflamatoria, antiséptica y antiespasmódica.

Es digestiva y facilita la expulsión de gases del estómago y los intestinos, Diurética. Actúa eliminando los parásitos Intestinales. Los chinos la usan para tratar enfermedades de los intestinos y los riñones. Indicada también en casos de afecciones de las vías respiratorias. Se utilizan tanto sus flores como sus hojas. Generalmente usada en infusión.

Propiedades mágicas:

Propiedades mágicas Albahaca: atrae la riqueza y la simpatía. Se dice que atrae la buena suerte a los hogares. Por eso es un buen regalo para la inauguración de una casa nueva, o para crear un clima de buen humor y cordialidad si nos invitan a comer.

Muchas personas también creían que los brujos (especialmente las mujeres) cocían pócimas del jugo de la planta que, cuando se bebía, las capacitaba para montarse en el palo de escoba y surcar el cielo nocturno.