Hinojo (foeniculum vulgare)
Es una planta de origen mediterráneo y fue introducida en Europa por los
romanos.
Hay muchas clases de hinojo y se
cultivan para usar las semillas, los tallos tiernos, o el bulbo.
Uso en la cocina:
Los tallos secos se utilizan para
aromatizar sopas o aceitunas.
Las semillas tienen un sabor anisado y
ligeramente amargo. Se utilizan para condimentar la carne y forman parte de
algunos currys; se añaden machacadas a
la col, coliflor, brócoli o col lombarda mientas se cuecen para evitar las
flatulencias al consumirlas.
Los bulbos se añaden a las ensaladas o se
consumen hervidos, en sopas o en potajes de legumbres.
Aceite: Cubrir una taza de las hojas verdes del hinojo con aceite de
oliva. Pasar por la batidora hasta obtener un aceite verde. Utilizar para poner
por encima de la col hervida y de la lombarda, del salmón a la parrilla o sobre
unas patatas hervidas.
Vinagre: Añadir un puñado de las cabezuelas de las semillas sin madurar
junto a las hojas en un frasco y cubrir
con vinagre de manzana o de vino blanco. Poner en un lugar soleado y colar a
los 15 días. Añadir al aliño de ensaladas.
Usos medicinales:
El hinojo tiene propiedades diuréticas y carminativas y
es de larga tradición su aplicación como remedio para los ojos cansados. Se
cuece una cucharada de semillas en 1 vaso de agua durante cinco minutos y se
lavan los ojos con esta infusión fría dos o tres veces al día. También se hace
una decocción con las hojas de hinojo durante 15 minutos y se aplica tibia con
una gasa en los ojos durante 10 minutos.
Propiedades mágicas:
En las antiguas “nueve hierbas mágicas” se considera al
hinojo como grande en poder contra las fuerzas del mal y las malas mañas. En la
Edad Media se colgaba de las puertas durante la noche de San Juan para
protegerse de las brujas.
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